Sobre un marco dorado que es su
hermoso pelo rubio hay un rostro muy lindo, tiene los ojos azules, de un azul
limpio como el del cielo que a mí me gusta contemplarlos porque son igual que
los de su bisabuelo, mi padre. Naricilla respingona, y en las mejillas dos hoyuelos,
siempre está sonriendo, y cuando ríe, desprende tanta alegría que quita las
penas al mundo entero. Se llama María, María Caballero, es mi nietecita
pequeña, si vieran como la quiero.
¡Qué gozada no tener que levantarme a las seis de la mañana como todo el año! M i trabajo lo tengo muy distante, pero ahora tengo un mes de va ca ciones y algunos descansos que la empresa me debía. Estaba lloviendo, ¡y c ó mo gusta el tintineo de la lluvia en los cristales estando calentita en la cama! Me quedé de nuevo dormida, y justo a las ocho y media de la mañana me despert aron unos golpecitos en el cristal de mi ventana, casi me asusté porque yo vivo en un sexto, y entonces vi que a l otro lado había una preciosa golondrina, era ella la quedaba golpecitos con su piquito . M e levanté creyendo que al abrir la ventana se marcharía, pero no fu e así, ella se posó en mi mano, entonces pensé "pobrecita , debe de tener frío", porque estaba empapada . La empecé a acariciar y así la tuve un buen rato, sus plumas eran muy suaves, no sé si las golondrinas lloran pera ella tenía sus ojos llenos de lágrimas, de momento empezó a piar y piar, abrió sus alas y se marc...
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