AQUELLA YEGUA BLANCA Hasta las piedras del camino chocaban unas con otras, al ver que ya no volverían a oír aquel sonido de aquellas herraduras al pisar sobre ellas. Don Estanislao, un comandante y aviador de unas líneas aéreas, había comprado aquel cortijo andaluz porque su esposa tenía una salud muy débil y quiso traerla a Andalucía para ver si así se reponía. Y así fue, s e sintió tan bien en aquella casa tan alegre que al mismo tiempo disfrutaba de tanta paz y tranquilidad que hasta se quedó embarazada. Transcurrieron los meses del embarazo muy feliz y tranquila, el comandante venía a verla cada vez que podía escaparse y cuando llegó la fecha del parto, unos días antes, la montó en su avión particular y se la llevó a Inglaterra, porque quería que allí naciera su primer hijo. Doña Alfonsina lo pasó muy mal y ahora sí... ahora sí que cayó enferma y murió varios meses después dejando a una niñita muy pequeña, Anabel. La trajo el padre al cortijo con una na...
Narraciones de una abuelita para pensar